Dame aire con tu abanico…

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«…Dame aire con tu abanico, que soy de Barcelona y me muero de calor…» canta el grupo musical El Último de la Fila en una de sus canciones más conocidas, y es que pronto llegará el verano y cuando la calor aprieta hay una cosa que nunca olvido llevar en el bolso: un buen abanico. Cuando hace calor, el sudor se adhiere a la piel y forma una película de aire húmedo que impide la transpiración. El abanico, al igual que el ventilador, remueve el aire y retira la película, así el sudor puede evaporarse y nos podemos refrescar. ¡Me encantan los abanicos! y es uno de mis objetos promocionales favoritos para el verano……


El abanico plegable fue inventado en China en el siglo VII inspirándose en el mecanismo del ala de un murciélago. Los portugueses que habían abierto rutas comerciales hacia Oriente lo trajeron a Europa desde China y Japón a finales del siglo XV. Enseguida se popularizó, hasta que en el siglo XVII llegó a tener la forma que tiene ahora. A partir del siglo XVIII España se convirtió en uno de los principales productores del mundo al crearse el Gremio de Abaniqueros y la Real Fábrica de Abanicos. (Hoy en día, se encuentra en Cádiz la única escuela-taller de abanicos del mundo). En un principio, el abanico fue de uso tanto del género femenino como masculino, sin embargo, su utilización se vuelve exclusiva de las damas a principios del siglo XX.

El abanico consta de dos partes: el «país», constituido por la tela y la base rígida y plegable, llamada «baraja». Desde los más sencillos fabricados en plástico y papel hasta los más delicados para los que se utiliza madera y tela, en el mercado encontraremos un amplio surtido de modelos. Además, el abanico tiene un lenguaje propio; a finales de los siglos XIX y XX, momentos en los que la libertad de expresión de las mujeres estaba totalmente restringida, el abanico se convierte en un instrumento de comunicación ideal.

Comunicación: aquí es donde quería venir a parar. Un abanico es un excelente objeto publicitario; es práctico, bonito, económico, muy femenino y sin problemas para estampar el logo. Es, sin duda, uno de los artículos publicitarios favoritos para el verano, ¡venga, a tomar el aire!